«No te dejes vencer por nada extraño a tu espíritu; piensa, en medio de los accidentes de la vida, que tienes dentro de ti una fuerza madre, algo fuerte e indestructible, como un eje diamantino alrededor del cual giran los hechos mezquinos que forman la trama del diario vivir; y sean cuales fueren los sucesos que sobre ti caigan, sean de los llamados prósperos o de los que llamamos adversos, o de los que parecen envilecernos con su contacto, mantente de tal forma firme y erguido, que al menos se pueda decir siempre de ti que eres un hombre» Seneca