Yo creo en ti


Papa NoelEn estos días vi un vídeo en la televisión que me encantó.  Se ve en la pantalla a Papa Noel, escribiendo una carta para nosotros donde, con mucha sencillez, nos invita a colaborar con una gran tarea.   Acá les dejo el link para que lo disfruten:

https://www.youtube.com/watch?v=p7JlyDEwMfo

De esa hermosa carta, que para mí es una propuesta para transformar nuestras vidas, extraje algunas palabras:

«…necesito que me ayudes a repartir el espíritu navideño…puede ser: ayudar a alguien, compartir lo que tienes… lo que puedas, lo que te salga»

Creo que todos podemos hacer magia despertando una sonrisa en el corazón de muchos si decidimos dejar de lado nuestra falta de autoestima, nuestras vergüenzas o temores.  Las acciones que transforman nunca son heroicas ni grandilocuentes,  son pequeñas y a veces hasta insignificantes para quien las ve, pero muy significativas para el que las recibe.

Dios, Los Seres de Luz, Los Maestros o como elijamos llamar a esas Energía que nos acompañan con Su Sabiduría a caminar en este valle de luces y sombras, en realidad no es que necesitan de nuestra ayuda para hacer Su tarea sino que somos nosotros los que nos beneficiamos cuando realizamos la de Ellos.

Por eso en este comienzo del mes de diciembre, acercándonos al fin del ciclo 2013, los invito a que reflexionen sobre su accionar en esta vida y si lo desean que piensen ¿en qué podrían contribuir para que algún ser pueda sentirse acompañado, atendido, ayudado o considerado?

Y no se vayan muy lejos cuando decidan hacer algo porque siempre, como muy bien lo muestra la publicidad, la «oportunidad» se presenta a nuestro lado, sólo debemos desarrollar la capacidad de «verla».

Yo creo en Dios y en que esa Esencia divina habita en cada uno de nosotros por eso grito (hagan el esfuerzo de oírme a través de las palabras que escribo) «YO CREO EN TI».    Quizás lo único que falta es que vos creas en vos y des rienda suelta a todo el potencial guardado en tu interior.

3 Respuestas a “Yo creo en ti

  1. Gracias Silvina. Te dejo un cuento que escribí. Al compartirlo ya no es mío, es de todos, como lo que tu escribes, por lo tanto puedes disponer de él para compartirlo, si lo deseas.

    El Pesebre de Navidad

    Hace unos días regresaba cansado y enojado de una obra que estamos haciendo para el turquito David en Catamarca. Una anciana de aspecto campesino parada al lado de la ruta estiró la mano en claro pedido que la llevara. No reparé mucho en la mujer, mi mente seguía procesando situaciones del trabajo, sin embargo por reflejo giré el volante y frené justo para que subiera. Recién ahí me percaté de mi error pero ya era tarde. Accedí con una sonrisa forzada a llevarla hasta un caserío pasando La Cocha. La ropa y la piel tenían el aspecto gastado y curtido que dan los años y el trabajo de campo, su fuerte olor a humo y a animales fueron un shock para mis glándulas olfativas, que pararon la respiración apenas empezaba a inspirar. Bajé las ventanillas mientras me ordenaba mentalmente controlarme y no emitir gestos ni palabras de rechazo.
    La charla me sacaba obligadamente de mis pensamientos. Primero que el calor de la mañana; después que la pasó bien visitando a su hija pero necesitaba volver a su rancho, a sus animales, a sus plantas; luego lo rápido que se fueron los días, que se va el año, que se irá la vida. Terminamos hablando de las fiestas de fin de año.

    -En navidad Jesús viene a nacer en el corazón de cada uno de nosotros (me dijo seria y convencida de sus palabras).
    -Ahá (le respondí para no contrariarla).
    -¿Sabes qué es el pesebre? (preguntó en tono suave).
    -Ahá. Es el conjunto de imágenes formadas por María, José, el Niño Dios, los ángeles, los reyes,..
    -¡No! (dijo algo molesta). El pesebre es el lugar físico, el establo.
    -Ahá (respondí con poco interés mientras quería concentrarme en el manejo y recordar las circunstancias del trabajo).

    Cada tanto el aire dentro del vehículo hacía rulos alrededor de la mujer haciéndose maloliente, turbio, sólido como un puño que empujaba mi rostro hacia la ventanilla en busca de viento limpio.

    -¿Y qué hay en el pesebre? (preguntó firme, como exigiendo una respuesta).
    -Pasto, troncos, vacas, gallinas, ovejas, chanchos, caballos, … (viendo que no podría librarme de la conversación seguí nombrando elementos y animales que pudieran haber en un establo de campo) …, arado, hachas, cueros,….
    -Muy bien (dijo moviendo su cabeza en signo de aprobación). Allí se guarda lo más importante de la granja.
    -¿Y qué olores hay ahí? (volvió a su tono autoritario).
    -Olor a pasto, a madera (en el acto vinieron a mi mente el establo con sus cosas y olores), olor a orín y bosta de animales, hay ratas, murciélagos, cucarachas (olía y observaba nítidamente a los habitantes del establo)…, hormigas, arañas, moscas,…
    -¡Ahí viene Jesús a nacer! (me interrumpió secamente). Hijo, ese pesebre es nuestro corazón, lleno de suciedades y desechos que son las imperfecciones, maldades o bajezas, pero también lleno de los animales que dan trascendencia, vida y espíritu a la granja y lleno de herramientas que son dones y virtudes con las que forjarás tu destino y bolsas de grano almacenadas para el futuro que son tu fe y esperanza.

    Iba a responderle cuando me ordena estacionar.

    – Gracias por traerme hijo, aquí me bajo. Detrás de aquella arboleda está mi rancho.
    -No te olvides de preparar tu corazón para la llegada del Niño Dios. Ordena y limpia ese establo hijo, Él merece nacer en lo mejor de ti.
    -Dios te bendiga (se alejó despacio sin darme tiempo de decir nada).

    Por el resto del viaje no pude salir de ese pensamiento:
    ¨Nuestro corazón es el establo donde nace el niño Jesús.¨

    Llegué a casa con otro ánimo, decidido a preparar mi corazón para la llegada del niño Dios.
    Antes de bajar de la camioneta cerré los ojos y aspiré profundo del olor con que aquella anciana había impregnado la cabina. Me supo al exquisito aroma de un establo limpio y ordenado.

    • Que maravilloso cuento!!!! Voy a compartirlo en mi blog porque son palabras que encierran una profunda enseñanza y debe permitírseles volar para que muchos se beneficien con ellas. Gracias desde lo más profundo de mi corazón!!

  2. Hola Silvi, a mi me encanto pero………. Sacado de Coca Cola, y……. Bueh pero hay que repartir el espíritu Navideño igual. Besos!

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