Creamos o no en él podríamos preguntarnos:
¿Qué se supone que debería traer a la humanidad en este tiempo?
Yo creo que principalmente PAZ. Pero lo cierto es que nadie, ni siquiera un Ser de Luz puedo darnos lo que nosotros no buscamos o lo que, por alguna razón cociente o no, rehusamos tener.
Trae PAZ
Que se logra cuando nuestra conciencia está tranquila, no por no haber cometido ningún error, sino por haber intentando o estado atenta a no cometerlo.
Que se vislumbra cuando caminamos por la vida sabiendo que los obstáculos son necesarios para el progreso, las caídas parte de la experiencia y los otros importantísimos compañeros de ruta.
Trae AMOR.
Que como una llama dorada va a encender sólo aquellos «candelabros internos» que tengan la mecha preparada, que no han dejado que las frustraciones, los desengaños y las injusticias les impidan volver a darse y dar Luz.
Trae ESPERANZA.
Que nos permite mirar más allá de las formas toscas que nos rodean y de la bruma emocional que por momentos disminuye nuestra visión, mostrándonos el Sendero Real en cuyos bordes están sembradas flores como símbolos de la Verdad, la Justicia, la Benevolencia, la Paciencia, el Respeto, la Dignidad que todo hombre debe aspirar lograr en su Vida.
Todos los seres humanos sabemos que nuestro Ángel de la Guarda nos cuida cuando somos pequeños pero… les voy a contar un secreto: Esa Energía permanece con nosotros, aunque estemos creciditos, en la medida en que el mundo concreto, material y poco humano no nos devore. 
Mientras nuestro corazón se encuentre activo, no sólo bombeando vida sino también energía de bondad, buscando la belleza esencial, el amor sin ataduras y pre conceptos; ese Rayo de Luz que emite nuestro Ángel seguirá activo permitiéndonos que nos vinculemos de corazón a corazón, de mente a mente con todos aquellos que realicen la misma tarea.
Y así tendremos la oportunidad de convertimos nosotros en transmisores de un mensaje positivo, luminoso y vivificante que llegue a quienes lo estén necesitando.
Anhelo Servir 