Me llena de felicidad ver como chicos de diferentes partes de la Argentina, pueden conjugar su afán de aprender con el brindar colaboración y asistencia a los quienes más la necesitan. Y mientras muchos adultos carecen de la mínima consideración por el prójimo, ellos contrarrestan esas acciones erróneas con actos de profundo amor.
Primer caso:
«Estudiantes de la escuela industrial ubicada en calle 1 entre 57 y 58 de nuestra ciudad (La Plata), arreglan de forma gratuita bicicletas, sillas de ruedas y fabrican herramientas específicas para personas con discapacidad físicas.
Son alumnos de la Escuela Técnica Nº 6 de La Plata aprenden a armar y reparar bicicletas y sillas de ruedas para hospitales y personas con discapacidad en la capital de la provincia de Buenos Aires. Próximamente la escuela firmará un convenio con un hospital odontopediátrico para brindar asistencia y tareas de mantenimiento, lo que servirá de prácticas profesionales»
Segundo caso: PAMI
Mientras hay personas que hacen un mal uso de su posibilidad de gestionar en bien de otros, dejando abandonados materiales útiles, no brindando los servicios correspondientes o malgastando dinero que no les pertenece; otras eligen dejar de lado el enojo que esto les causa, buscando solucionar tanta desidia.
Alumnos de escuelas técnicas de todo el país se encargarán de reparar las miles de sillas de ruedas que encontraron abandonadas y oxidadas para que lleguen finalmente a los jubilados que esperan por ellas. (Dijo el titular del PAMI, Carlos Regazzoni)
Tercer caso:
Alumnos solidarios hacen y reparan sillas de ruedas: El Ipet 70 de Córdoba junto a otros institutos forma parte de un Programa de Producción de Ayudas Técnicas para Personas con Discapacidad. Los estudiantes realizan también muletas, bastones y otros elementos como tablas de prono.
Cuarto caso:
Una nena fue noticia en Santa Fe pues se enteró que su vecino no sabía leer y escribir y decidió dedicar parte de su tiempo a enseñarle.
En conclusión:
Poner en práctica la solidaridad nos lleva a dejar de ser simples observadores de situaciones equivocadas para tomar un rol activo que las transforme en bien de los demás. Mirar lo que está mal y no hacer nada nos convierte en «cómplices silenciosos». Aportar lo que nos surja, por pequeño que sea, hace la diferencia.
El mundo está lleno de idealistas y son más que los que se encuentran perdidos dentro de su ombligo. Lo que ocurre, como decían en mi casa, es que «el mal tiene más prensa». Por eso mi intención de contarles Buenas Noticias, bajo el lema: