Quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón a todos aquellos que han colaborado para hacer posible la realización de este sueño. Ayer 23 de Diciembre llevé al Hospital de niños dos bolsas repletas de juguetes para los niños que hoy van a pasar sus fiestas internados. Las voluntarias estaban trabajando sin descanso con las donaciones y también ví como, en un lugar del jardín, unos hombres armaban juegos de plástico para los pequeños.
El último pedido que les hago, sin querer abusar de su generosidad, es que esta noche emitan una corriente de amor fraterno para todos aquellos niños y adultos que sufren necesidades físicas, emocionales y espirituales. Que de nuestra mente y corazón brote una semilla de esperanza y concordia hacia todos los seres que habitan esta tierra.
Mis mejores deseos de paz, amor y felicidad par cada uno de ustedes y sus familias!!