Este domingo mientras arreglaba un poco la casa miré una de las películas de Harry Potter. Sí, ya se que son para niños pero la verdad es que el mundo de la magia y los encantamientos me fascinan.
De una manera simple, así como en la antigüedad se hablaba a través de parábolas o mitos, vi en dicha serie un conocimiento para reflexionar.
Todos sabemos sobre la eterna lucha del bien y del mal, cada uno de nosotros la libra sin darse ni siquiera cuenta a diario. En el film, de una manera más obvia, el protagonista se encuentra ante ese proceso.
Les cuento: la escena lo muestra caminando por un puente junto a una de sus compañeras de curso y ella, muy sabiamente, le recomienda que no siga alejándose de los seres que lo aman y que lo han acompañado a lo largo de tantos años porque sin darse cuenta se está sumergiendo en un abismo de soledad y enojo muy propicio para que «el mal» se asiente y tome posesión. Sigue leyendo