A veces las palabras nos abandonan y podemos enojarnos, sentirnos vacíos o permitir que otros, con los que nos sentimos identificados, hablen por nosotros.
Estando atentos a qué letras o sonidos que elegimos podemos descubrir cuál es el estado emocional que nos embarga. Sea cual sea es bueno si sabemos verlo.
Una cosa es volcarse por discursos o canciones de protesta o de ruptura afectiva; otra ir hacia aquellos que resalten la soledad en la que estamos sumergidos; y una distinta buscar sonidos que nos hagan vibrar en sentimientos puros y reflejen aspectos del amor que necesitamos volver a sentir.
Yo tengo mis días, a veces pongo música divertida que me permite bailar mientras limpio y que despierta en mí la alegría. Otras, como en este caso, elijo esos temas que me llegan al alma, dejando un sabor pleno y contagioso de felicidad. (Remarqué las frases que tocan lo más profundo de mi corazón) Sigue leyendo