Estaba caminando atrapada no sé por qué pensamiento cuando de pronto escucho detrás mío la risa de un bebé, me doy vuelta y lo veo venir en su cochecito con los ojos bien abiertos observando absolutamente todo lo que lo rodeaba. Pensé, «otra vez se me olvidó caminar mirando el mundo» mientras que el chiquitín tan sabio disfrutaba del aire fresco y de cada imagen que se le presentaba.
Luego de esta experiencia recordé que en la clase de meditación del sábado un compañero nos había compartido un hermoso tema de Silvio Rodriguez llamado «El reparador de sueños» y en un instante relacioné los dos acontecimientos.
Ese pequeño de alguna manera me «reparó», al ver el vídeo van a entender de lo que hablo. Agradezco por esto y me agradezco por no haberme vuelto indiferente al maravilloso sonido de su risa. Digo esto porque en la forma en que estamos viviendo no es difícil caer en las redes del desinterés ya que transitamos a mil y tenemos tantas preocupaciones que si no estamos atentos perdemos la capacidad de sentir el bienestar por lo más simple, sencillo y maravilloso que tiene la vida para ofrecernos.
Les dejo el vídeo para que lo vean y escuchen: Sigue leyendo