Me encanta esta imagen, me recuerda el tiempo de mi niñez y adolescencia cuando vivía sumergida en los libros. Siempre buscando un momento, un tiempo de soledad en mi cuarto, el que compartía con mi hermana, para deslizarme en la historia que había elegido, especialmente si se trataba de una de amor o porque no de algún drama.
No recuerdo cuantas veces leí la vida de «Sissi emperatriz» y su amor por Francisco José. Imaginar cada personaje, disfrutar de sus palabras y ocurrencias hacía que las horas pasasen sin siquiera percibirlas. Las palabras iban entrando en mi mente provocando un torrente de vivencias sin siquiera moverme ni un milímetro de la cama en la que estaba.
Tomar un libro aún hoy me llena de alegría, me invita a descubrir qué tiene su autor para contarme, a sumergirme en su relato o tratar de entender sobre el tema que me ha interesado, todo eso me sigue apasionando. Sigue leyendo