Los seres humanos que habitamos esta tierra debemos hacernos el fiel compromiso de no permitir que nada ni nadie siembre en nosotros el odio, la separatividad.
Llevamos siglos peleando por causas religiosas, políticas, sociales, culturales, económicas; dejando que pueblos, familias se separen por pensamientos y acciones equivocadas que deberemos algún día, en esta u otra vida, pagar.
El Dhammapada nos enseña:
«Uno debe liberarse del odio. Uno debe abandonar el orgullo. Uno debe despojarse de todas las ataduras. El sufrimiento no toma al que controla la mente, el cuerpo y sus pasiones. « Sigue leyendo